Es muy curioso como nos atraen los chicos grises, siempre serios y rodeados de misterio.
No sabemos si es por que buscamos lo intrigante de la situación, la emoción de lo que no se ve a simple vista, de lo desconocido.
Es increíble como los ojos de estos chicos nos absorben, cayendo en un vacío de color,
intentando averiguar qué hay en esas profundidades,
qué hay en esos pensamientos de cemento,
si seremos capaces de atravesarlos.
O si simplemente nos quedaremos en el intento.
Tal vez, puede que por esta misma razón a estos chicos les gusten más las chicas felices,
siempre sonriendo,
con los ojos brillantes y rubor en las mejillas,
con el pelo despeinado de reír a carcajadas.
Buscan inconscientemente alguien que les saque de su zona de seguridad,
de sus tonos grisáceos y comenzar con una pequeña gama de color,
cada vez más cerca del blanco, del azul o incluso del rojo.
Contrarios completándose.Complementándose.