domingo, 4 de octubre de 2015

Alicia.

Seguimos al conejo hasta su madriguera, 
caímos,
entonces el tiempo se paró y se ofendió del todo.

Bailamos deliranzas al son de la canción del sombrerero.

Viajamos en sombrero,
a encontrar nuestra muchedad,
a lo mejor en una de esas fue cuando perdimos del todo la cabeza,
o acabamos como Alicia en su pais y arriesgarnos a que nos la corten
por soñar tan ALTO.

Cojamos entonces varias monedas de los bolsillos de hombres muertos
 y una botella llena de buenos pensamientos.

Confiemos en que Chesire nos guíe con su sonrisa
con forma de luna y poder columpiarnos en ella.

Empuñar a Mortalina 
y acabar con el miedo que nos impide vivir un 
gloricioso sin sentido.