Sólo los soñadores se implican en el futuro.
Tanto tú como yo un día lo fuimos,
hasta que nos cansamos de que los sueños se nos convirtieran en pesadillas,
hasta que el futuro se nos hizo inalcanzable.
Por lo que decidimos quedarnos con los instantes,
con el aquí y el ahora.
Con el aquí te pillo aquí te mato.
Con ese pequeño contrato firmado con carmín en el espejo del baño
que decía que mantendríamos siempre limpia la ducha y
sucio el sexo.